Dícese de esas cuatro paredes que te hacen entrar a otro tiempo; el olor a barrica de roble, a puro tostado, a ensaladilla casera, a vermut de los de antes. A las partidas interminables, a las discusiones acaloradas, a los tragos de día soleado. Eso es parte de lo que uno puede encontrarse en las bodegas. Bares de toda la vida en los que el chupe y la relación social adopta otra dimensión a ritmo de vermut, tapas y olor a roble añejo. Qué gustazo!
Aventures i desventures d'un ciutadà gens il·lustre...
dijous, 26 de març del 2009
Las bodegas
Dícese de esas cuatro paredes que te hacen entrar a otro tiempo; el olor a barrica de roble, a puro tostado, a ensaladilla casera, a vermut de los de antes. A las partidas interminables, a las discusiones acaloradas, a los tragos de día soleado. Eso es parte de lo que uno puede encontrarse en las bodegas. Bares de toda la vida en los que el chupe y la relación social adopta otra dimensión a ritmo de vermut, tapas y olor a roble añejo. Qué gustazo!
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